Si para las empresas resulta cada vez más complicado llamar la atención de los consumidores a través de la televisión o de Internet, imagina lo difícil que resulta llamar la atención de los consumidores que van caminando por la calle. Las personas somos bombardeadas a diario con miles de mensajes publicitarios en la calle, tanto en las tiendas como en los edificios y los coches que vemos. Pero, con el ritmo de vida tan ajetreado que llevamos hoy en día, sobre todo en las grandes ciudades, es normal que terminemos por ignorarlos. Por esta razón, la publicidad se ha vuelto cada vez más creayova, original y arriesgada con el objetivo de llegar a los consumidores que pasan todos los días por los mismos lugares.
En la actualidad contamos con multitud de medios a nuestra disposición para hacer llegar nuestro mensaje publicitario a nuestro público objetivo: tablets, pantallas publicitarias, Smart TV, móviles, etc. Pero lo cierto es que la publicidad exterior continúa siendo una parte fundamental del marketing, pues representan el contacto «piel con piel» de la empresa con sus potenciales clientes. La recepción de este tipo de anuncios causan un impacto mucho mayor, especialmente cuando se trata de una pantalla grande que los consumidores no esperan encontrar. Pero además, ofrece a los consumidores la posibilidad de interactuar de una manera mucho más original que la que consiguen otras estrategias de marketing.

Detalles